Increíble cirugía pulmonar por cateterismo en Argentina.

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Se efectuaron por la punción directa del ventrículo derecho evitando así la cirugía de corazón abierto.

Los cuidados posteriores a los reemplazos valvulares pulmonares por cateterismo son mínimos. Solo aspirina diaria en bajas dosis y controles ambulatorios esporádicos.

Las malformaciones del corazón llamadas cardiopatías congénitas (CC) tienen una incidencia importante en los recién nacidos vivos.

En Argentina nacen 7.000 niños con CC por año y el 50% de los pequeños son operados durante el primer año de vida.

Dentro del grupo de CC cianóticas (que son aquellas que producen coloración azulada de piel y mucosas por relativa falta de oxígeno) la Tetralogía de Fallot es la más frecuente.

Y la misma consiste básicamente en una comunicación amplia entre ambos ventrículos y estenosis pulmonar severa.

La reparación de esta malformación consiste en cerrar la comunicación y ampliar o interponer un tubo, prótesis, etc..

Entre el ventrículo derecho y la arteria pulmonar con la intención de generar una función de válvula pulmonar.

Esta resolución tiene una vida limitada en el tiempo que es variable de paciente a paciente.

El 100% de los pacientes necesitan un “service” ya sea por obstrucción de la conexión o por la insuficiencia valvular.

“La obstrucción genera engrosamiento severo del ventrículo derecho y la insuficiencia una dilatación severa del mismo.

Ambas situaciones son causantes de incapacidad, insuficiencia cardíaca, arritmias graves y muerte súbita.

Se hace más frecuentemente presente luego de los 14-15 años”, explicó Marcelo Rivarola (M.N. 82.819), médico cardiólogo intervencionista pediátrico.

El implante de válvula pulmonar por cateterismo es una técnica que consiste en posicionar una válvula protésica biológica en posición pulmonar.

Para restaurar la función de la misma y así evitar una nueva cirugía a corazón abierto.

Con todo lo que eso significa: apertura nuevamente del tórax con adherencias y cercanía del corazón, circulación extracorpórea por apertura del corazón.

Postoperatorio con drenajes de tórax y estadía en terapia con todos los riesgos que eso significa y al menos 5 días de internación.

La importancia de evitar una nueva cirugía

Rivarola indicó además que el beneficio inmediato es evitar una nueva cirugía y añadió: “Es un procedimiento de 2 a 2,5 horas de duración.

No hay cicatrices. Va a internación por 24 horas en el 90% de los casos y se retiran por sus propios medios.

Pudiendo retornar a sus actividades habituales a las 48 horas (no hacer deportes o ejercicios).

La mejoría clínica se evidencia en las primeras semanas del implante”.

Las válvulas en sí, están construidas mayoritariamente de tejido pericárdico porcino montado sobre un stent.

Que puede variar en su forma de acuerdo a la morfología de la conexión entre el ventrículo derecho y arteria pulmonar.

La mayoría de los pacientes (80%) tienen dilatación importante de la conexión.

Por lo que desde el 2015/16 se iniciaron los primeros implantes de válvulas en estos pacientes a nivel mundial y los primeros casos en 2018 en Argentina.

Desde el año 2022 tienen aprobación en la comunidad económica europea (CE mark) y también aprobación de ANMAT.

Mientras que tienen hasta la fecha muy buenos resultados de durabilidad en su función.

Lo más importante, es que se puede, a futuro, seguir implantando una nueva válvula dentro de la misma.

La válvula usada es Venus P-Valve de Venus Medtech, una empresa de origen chino.

“A pesar de todas las ventajas que tiene este tipo de procedimientos para los pacientes.

Existe una reticencia importante por los sistemas de cobertura de salud por el costo.

No autorizando la práctica o recomendando que se operen aún sabiendo del mayor riesgo que corren”, destacó Rivarola.

El último implante realizado

En relación al último implante que se realizó en el Hospital Universitario Austral.

Tiene la particularidad que, por obstrucción de los vasos venosos en la ingle, acceso natural para el procedimiento.

Se logró realizar de manera conjunta con el equipo quirúrgico por una mínima incisión en abdomen superior (sub xifoides, sin apertura del tórax).

Logrando hacerlo por una punción directa de la punta del ventrículo derecho y, a través del mismo, el implante valvular.

Esta es una técnica alternativa para cuando hay un impedimento con el acceso vascular o escaso peso que es totalmente factible y con un alta hospitalaria entre las 48 a 72 horas.

Solo tres implantes por punción directa del ventrículo derecho se hicieron en Argentina y todos en el Hospital Universitario Austral.

Mientras que cuatro se llevaron a cabo en toda Latinoamérica, según explicó Rivarola.

“Es una posibilidad de tratamiento disponible para una gran cantidad de pacientes que están esperando un reemplazo valvular pulmonar por cateterismo.

Pero que se les prohíbe el acceso como principal causa el ‘costo’.

Sin tener en cuenta el costo para un paciente que se va de alta a las 24 horas, sin cicatriz en el pecho.

Y sin el temor a la muerte que viven ante una nueva cirugía y la disminución del tiempo de internación.

Por ende, del costo de internación y el retorno a la actividad laboral a las 48 horas”, culminó el médico.

Fuente: www.tn.com.ar