Miastenia, una enfermedad que debilita los músculos y afecta la comunicación

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Los síntomas incluyen debilidad en los brazos y piernas, visión doble y dificultades para hablar y masticar. Los medicamentos, la terapia y la cirugía pueden ayudar.

La miastenia es una enfermedad autoinmune, crónica, que genera que los músculos se debiliten y se cansen fácilmente.

Sin embargo, es mucho más que un cansancio o fatiga muscular.

“Se trata de una enfermedad autoinmune que se produce porque el sistema inmunológico, de manera errada, genera anticuerpos que provocan daño y destrucción de la unión neuromuscuscular.

Estas estructuras que conectan los nervios con los músculos”, explicó José Manuel Matamala, neurólogo de Clínica Alemana.

El especialista aclaró que las causas gatillantes de la denominada Miastenia Gravis (MG) no están del todo claras. Aunque se cree que la glándula del timo tendría un rol significativo en la génesis de la enfermedad.

“Entre el 10 y el 15% de los pacientes con miastenia presentan un tumor en el timo (órgano pequeño ubicado en la parte superior del pecho, bajo el esternón), casos en los cuales se indica cirugía.

Por otro lado, un porcentaje de paciente sin tumor tímico también puede beneficiarse clínicamente de la resección del timo”.

Síntomas de la miastenia

La miastenia grave se caracteriza por debilidad y fatiga rápida de cualquiera de los músculos bajo el control voluntario.

No existe cura para esta enfermedad, pero el tratamiento puede ayudar a aliviar los síntomas, que generalmente son:

Debilidad de los músculos de los brazos, piernas y cuello.
Visión doble (diplopía), que puede ser horizontal o vertical y que mejora o se resuelve cuando un ojo está cerrado.
Caída de uno o ambos párpados (ptosis).
Dificultades para hablar, masticar, tragar y respirar.

En aproximadamente el 15% de los casos de personas con miastenia gravis, los primeros síntomas involucran los músculos de la cara y la garganta.

Deteriorar el habla. En función de los músculos afectados, la manera de hablar puede sonar suave o nasal.
Provocar dificultad para tragar. Es posible que el afectado se atragante con facilidad, lo que dificulta comer, beber o tomar pastillas. En algunos casos, los líquidos que tragan salen por la nariz.
Afectar la masticación. Los músculos que se usan para masticar podrían cansarse a la mitad de una comida, particularmente si se estaba comiendo algo difícil como la carne.
Cambiar las expresiones faciales.
Aunque esta enfermedad puede afectar a personas de cualquier edad, es más común en mujeres menores de 40 años y hombres mayores de 60.

Factores que pueden agravar la miastenia grave.
Fatiga.
Enfermedad o infección.
Cirugía.
Estrés.

Algunos medicamentos como betabloqueantes, gluconato de quinidina, sulfato de quinidina, quinina (Qualaquin), fenitoína, ciertos anestésicos y algunos antibióticos.
Embarazo.
Períodos menstruales.

Cómo se diagnostica esta enfermedad

Los expertos aconsejan que las personas estén atentas ante la presencia de algunos de los síntomas mencionados anteriormente y que consulten rápidamente con un especialista.

Para un buen diagnóstico, el médico revisará los síntomas e historia clínica del paciente y llevará a cabo un examen físico.

Además, podría realizar varias pruebas, incluidas las siguientes:

Examen neurológico. El médico puede revisar la salud neurológica por medio de pruebas de reflejos, fuerza muscular, tono muscular, sentido del tacto y de la vista. Coordinación y equilibrio.

Prueba de la bolsa de hielo: Si tienes un párpado caído, el médico podría colocarte una bolsa de hielo en el párpado. Después de dos minutos, el médico retira la bolsa y analiza el párpado caído en busca de signos de mejoría.

Análisis de sangre: Un examen de sangre podría revelar la presencia de anticuerpos anormales que perturban los sitios receptores. Donde los impulsos nerviosos envían señales a los músculos para que se muevan.

Estimulación repetitiva del nervio. En este estudio de conducción nerviosa, los médicos colocan electrodos en la piel que cubre los músculos que se van a examinar.

Los médicos envían pequeños pulsos de electricidad a través de los electrodos para medir la capacidad que tiene el nervio para enviar una señal al músculo.

Con el fin de diagnosticar la miastenia grave, los especialistas examinan el nervio varias veces para ver si su capacidad para enviar señales empeora con la fatiga.

Electromiografía (EMG) de una sola fibra. Este examen mide la actividad eléctrica que hay entre el cerebro y el músculo. Consiste en insertar un electrodo de alambre fino a través de la piel hasta un músculo para examinar una sola fibra muscular.

Diagnóstico por imágenes. El médico puede pedir una tomografía computarizada (TC) o una resonancia magnética (RM) para verificar si hay un tumor u otra anomalía en el timo.

Pruebas de la función pulmonar: Estos exámenes evalúan si la afección altera la respiración.

Fuente: www.tn.com.ar