El estado de alarma en el que nos encontramos debido al coronavirus están generando para la mayoría de la población una situación de irrealidad, así como incertidumbre, confusión, estrés y ansiedad.
Ante este escenario, desde la Facultad de Psicología de la UBA plantearon que hay emociones como el miedo, la frustración, el enojo, la ambivalencia, la desorganización, el aburrimiento, la tristeza, la soledad, la sensación de encierro pueden aparecer con más frecuencia.
• Mantener los horarios del sueño; no sobreexponerse a noticias y consultar solamente fuentes confiables (organismos oficiales, instituciones prestigiosas) y en momentos del día establecidos. Tratar de no consultar noticias por la mañana ni por la noche antes de acostarse.
• Quitarse el pijama o la ropa de dormir para evitar la sensación de discontinuidad y poder organizar los ciclos del día.
• Proponerse aprender algo nuevo a través de tutoriales o cursos online, hay muchos gratuitos y de calidad.
• Aprovecha el tiempo disponible en casa para realizar actividades que permitan un afrontamiento positivo como leer, escribir, cantar, bailar, manualidades, escuchar música, u ordenar algún espacio.
• Realiza una rutina de ejercicios físicos periódicos en casa.
• Alimentarse bien, mantenerse hidratado.
• Mantener las redes sociales de contención emocional con sus familiares, amigos y personas de confianza a través de los medios digitales.
• Limitar los grupos de chat que difunden noticias, muchas de ellas falsas o erróneas ya que promueven pensamientos negativos y catastróficos y le imponen a nuestra mente a un sobre esfuerzo.
• Ser considerado con uno mismo, con sus estados emocionales. Hay que tener presente que los cambios de rutina tan abruptos, la incertidumbre y la amenaza de la pandemia afecta nuestro estado emocional por más saludables que seamos. Considerar que esto mismo le ocurre a los demás, por lo tanto, intentar ejercitar la tolerancia con nosotros mismos y con los demás.
• Hablar con los hijos. Converse la información oficial sobre el coronavirus en un lenguaje adecuado a la edad y de manera honesta. Si vive en espacios reducidos y en familia, no los sobreexija con tareas, la cuarentena es ya un esfuerzo en sí mismo y como tal es valioso. Si tus hijos son muy pequeños, trata de transmitirles la información relevante adecuándola a su edad, indicando la importancia del lavado de manos, sin abrumarlos con demasiada información para no crear un estado de miedo y ansiedad que pueda afectar a su comportamiento y calidad de sueño. Es importante que puedan plantear abiertamente sus dudas y expresar sus sentimientos como por ejemplo a través de un dibujo.
• Por último, desde la Facultad de Psicología de la UBA aconsejaron buscar ayuda adicional en psicólogos en este contexto. Si se siente muy nervioso, triste, ansioso o que la situación afecta alguna esfera de su vida, busque un profesional de la salud mental, concluyeron.
