Científicos argentinos están muy cerca de mejorar la selección de espermatozoides para la fecundación asistida

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Un grupo de investigadores de la Universidad Nacional de Rosario y del CONICET identificaron sustancias que indicarían si el ADN de las células espermáticas está dañado.

Las conclusiones de un estudio local afirman que descubrieron sustancias presentes en espermatozoides que, según la cantidad, marcan distinto grado de daño en su ADN. El hallazgo podría ser útil para aplicaciones diagnósticas y para la selección del tratamiento óptimo en parejas que no logran el embarazo.

La infertilidad humana afecta a un porcentaje que va del 15 al 20 por ciento de las parejas en edad reproductiva y el factor masculino contribuye en cerca de la mitad de los casos. En particular, la fragmentación o daño del ADN espermático está asociada a deficiencias en la fecundación e implantación, fallas en el desarrollo embrionario temprano, abortos y defectos en la descendencia.

“Nuestro estudio contribuye a avanzar hacia el desarrollo de técnicas de rutina más sencillas para identificar y cuantificar el daño en el ADN espermático”, afirmó uno de los autores del estudio, el doctor Juan Manuel Teijeiro, investigador del Laboratorio de Medicina Reproductiva de la Facultad de Ciencias Bioquímicas y Farmacéuticas de la Universidad Nacional de Rosario (UNR).

Teijeiro, también investigador del CONICET, afirmó que los otros métodos existentes para evaluar la calidad del ADN espermático “son laboriosos y costosos y, a veces, poco útiles para aplicación de rutina”. Tampoco sirven para predecir o inferir la causa de esas alteraciones.

En el estudio, los investigadores rosarinos utilizaron más de 25 muestras de semen de varones con diversa calidad seminal de acuerdo con los últimos estándares de la Organización Mundial de la Salud.

Luego de la selección in vitro de los espermatozoides libres del plasma seminal, los investigadores rosarinos evaluaron su movimiento, su vitalidad y la integridad de su ADN. Asimismo, descubrieron una relación directa entre la cantidad de ciertas proteínas, llamadas anexinas A1 y A2, y la calidad de los espermatozoides. “Por ahora desconocemos la función de esas proteínas”, indicó Teijeiro.

El científico rosarino añadió que el hallazgo ayudaría a desarrollar otra técnica de detección de espermatozoides con ADN dañado o afectado, así como desarrollar metodologías más específicas y seguras para “limpiar” las muestras con espermatozoides de baja calidad. “Esto permitiría elegir a priori el tratamiento más adecuado para cada pareja”, destacó Teijeiro.

Fuente: www.tn.com.ar