La tuberculosis resiste desde la prehistoria y se cobra 700 vidas al año en Argentina.

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Descripta por Hipócrates en la Antigua Grecia, en la Argentina de hoy es una enfermedad vinculada a la pobreza. Pero advierten que también el mismo sistema sanitario la invisibiliza.
En Argentina provoca más de 11 mil casos por año y 700 muertes. Las cifras venían cayendo desde 1980, pero la tendencia se invirtió desde 2013

El 2° Boletín sobre Tuberculosis en la Argentina, presentado este año, pone en números el problema. Las cifras corresponden a 2017: 11.659 casos (entre nuevos, recaídas y anteriormente tratados). Pese a que hubo 99 reportes más que el año anterior, la tasa se mantuvo estable en 26,5 por 100.000 habitantes. Todas las provincias registraron casos, pero la distribución muestra marcadas diferencias, ya que seis jurisdicciones superaron el promedio nacional: Jujuy, Salta, Formosa, Buenos Aires, Chaco y Ciudad de Buenos Aires. Y casi seis de cada 10 notificaciones (57,4%) correspondieron al AMBA (conformado por CABA y 40 municipios de la Provincia).

La distribución por edades exhibe una realidad preocupante: la TBC afecta especialmente a poblaciones en edad productiva. El 18% de los casos se dan en menores de 20 años y la mitad de los casos nuevos (49,2%) son en personas de 20 a 44 años. “Tanto en los más jóvenes, como en los que están en edad laboral, es un problema para el país muy importante”, afirma Rodríguez. Y amplía: “Si una persona que mantiene una familia tiene tuberculosis, queda durante un tiempo sin poder trabajar. En los más jóvenes, la problemática es distinta: puede ser que estén estudiando, entonces está la posibilidad de transmitir la infección a otros porque, entre otras cosas, por su juventud tienen menos control de los cuidados de la tos, además de que los limita en el estudio”.

Datos estadísticos sobre la dinámica de transmisión de la enfermedad: en torno a una persona con tuberculosis pulmonar, 20 se infectan, de las cuales dos enferman.

La radiografía de tórax y la búsqueda del bacilo en una muestra de esputo (que el paciente expectora) son las herramientas más utilizadas para hacer el diagnóstico de la TBC pulmonar. Hay también métodos moleculares rápidos que ya se utilizan en nuestro país, pero todavía a pequeña escala y enfocados en personas en las que se sospecha un cuadro de tuberculosis resistente.

Fuente: www.clarin.com.ar